El Marqués de Salamanca (Edgar Neville)

Esta historia narra la vida del Marqués de Salamanca, conocido principalmente por haber construído el Barrio de Salamanca de Madrid, desde que llegó a Madrid para hacer fortuna hasta que terminó sus días arruinado después de haber sido multimillonario.

La vida del Marqués de Salamanca estuvo muy ligada a la Bolsa y a los grandes proyectos.

Su primer gran negocio fue conseguir el monopolio de la sal para España.

En la Bolsa ganó mucho dinero, pero de forma inmoral. En primer lugar hizo circular un rumor sobre un inminente golpe de estado. Aprovechó el pánico para comprar una gran cantidad de acciones a precios ridículos, pero al ver las tragedias que había causado perdonó todas las deudas.

Posteriormente tuvo la idea de construir la que iba a ser la primera línea de tren de España uniendo Madrid y Aranjuez. No consiguió la financiación de los bancos y tuvo que recurrir a unos usureros. Los bancos se negaron a financiar el proyecto porque la comunidad científica estaba unánimemente de acuerdo en que aquel invento era inviable; era “evidente” que el sistema respiratorio humano no aguantaría velocidades superiores a los 30 km/h si es que algún día llegaban a alcanzarse y que los cuerpos se desintegrarían al entrar en un túnel. El catastrofismo científico, tan de moda últimamente, no es un invento de nuestros días. Por desgracia lleva siglos generando pobreza y desempleo sin responsabilizarse de nada cuando se demuestra que sus teorías “irrefutables” son totalmente absurdas y sólo están basadas en prejuicios sin ninguna base real.

La firma del Concordato supondría el final de la guerra y una gran subida de la Bolsa. En una misma noche le llegan dos rumores contradictorios sobre su inminente firma. Decide confiar en que la firma se va a producir en pocos días y hace correr otro rumor falso para hundir las cotizaciones bursátiles y comprar más abajo. La firma finalmente no se produce, la Bolsa baja aún más y el Marqués de Salamanca tiene una fuerte pérdida.

Un complot del general Narváez (compañero de rumores) hace que unos alborotadores destruyan su palacio. Cae en desgracia y tiene que paralizar la obra del tren Madrid-Aranjuez (eso hace que la primera línea de España fuera la de Barcelona a Mataró). Los usureros que le habían prestado el dinero se quedan con los bienes que aún conservaba y se va de España. En el extranjero vuelve a hacer una gran fortuna construyendo varias líneas de ferrocarril.

A su vuelta a España termina la línea Madrid-Aranjuez y se embarca en varios proyectos de gran envergadura, entre ellos la construcción del barrio al que dió nombre, el Barrio de Salamanca de Madrid. El fracaso financiero de estos proyectos le volvió a llevar a la ruina, de la que ya no salió hasta el final de sus días.

En la vida del Marqués de Salamanca hay un fuerte contraste entre su obsesión por hacer grandes obras que beneficiaran a toda la población y su conducta inmoral al manipular las cotizaciones bursátiles.